Una función muy común en los visualizadores de mapas es la de imprimir las capas que se están visualizando, obteniendo una imagen digital del mapa que puede guardarse en el equipo y enviarse a una impresora. La resolución de esa imagen, que es el ancho*alto en píxeles de la misma, afecta directamente a la calidad con la que luego podrá imprimirse.
Esa calidad la relacionamos con el concepto de DPI o puntos por pulgadas, de modo que mientras mayor sea este número, de mayor calidad de impresión estamos hablando. Así, una impresión a 56DPI será bastante inferior en calidad a una de 150DPI. Por lo general, la resolución estándar de imprenta es de 300DPI.
Para un DPI determinado, existe una fórmula que calcula el ancho y el alto de imagen necesarios para que pueda imprimirse a dicho DPI, en un formato de dimensiones conocidas:
Alto imagen = Largo papel(cm) * DPI (px/inches) /2.54 (cm/inches)
Ancho imagen = Ancho papel(cm) * DPI (px/inches)/2.54 (cm/inches)
Por lo tanto, si queremos imprimir el mapa del visualizador en un DPI concreto, puede que la imagen que tengamos no cumpla con la resolución necesaria para ello. Se debería volver a generar dicha imagen con las dimensiones adecuadas, que es lo que hace Geoprint.