El objetivo de esta etapa es probar la solución con las personas que van a utilizar el servicio, de manera que podamos identificar oportunidades de mejora, fallos a resolver o posibles carencias. Para empezar a testear no es necesario tener un producto completamente desarrollado; pueden utilizarse los prototipos generados en la fase anterior.
La etapa de testeo es esencial para validar todas las decisiones tomadas en las fases anteriores, ya que:
- Ofrece la posibilidad de revisar el interfaz de uso del servicio al completo, con el grado de formalización en el que se encuentre (wireframe, boceto, prototipo, aplicación funcional...).
- Permite validar de forma empírica, con usuarios reales, cada una de las decisiones tomadas, identificando puntos de conflicto, errores y necesidades no cubiertas.
En la práctica, en un proyecto de desarrollo los resultados de la etapa de testeo suelen realimentar a las etapas de ideación y prototipado. A la luz de los resultados de las pruebas, es habitual cambiar decisiones previas.
Técnica básica
En esta etapa se identifica la siguiente técnica básica para probar el servicio:
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Test heurístico: Esta técnica consiste en la evaluación de la interfaz por personas expertas en usabilidad, a partir de una serie de criterios, reglas y principios de diseño establecidos previamente. En el caso de la Junta de Andalucía, es particularmente relevante en este punto la normalización de la experiencia de uso recogida en el Sistema de diseño.
Técnicas complementarias
En esta etapa también pueden aplicarse las siguientes técnicas complementarias:
- Tests de usuarios: Mediante esta técnica se valida la solución con usuarios finales, a los que se presenta una serie de escenarios de uso reales y se les observa mientras tratan de resolverlo a través del interfaz. Es conveniente realizar las pruebas con distintos tipos de usuarios reales representativos y con distintos dispositivos de acceso (p.ej. ordenadores, móviles...), si la solución lo contempla.
- Pruebas de árbol: A través de esta técnica se valida el árbol de navegación de un sitio web o app, para comprobar que la estructura y el etiquetado utilizado resulta comprensible para las personas usuarias. Para ello, la estructura de navegación prevista se carga en una herramienta específica y se solicita a una muestra de personas usuarias que indiquen en qué parte de la estructura esperarían encontrar un determinado contenido o servicio.
- Tests A/B: Esta técnica se aplica una vez que la solución se encuentra disponible de forma pública. Consiste en desarrollar una versión alternativa de un elemento actual, y mostrarla de manera selectiva a un porcentaje de visitantes, mientras que el resto sigue utilizando la versión principal. Posteriormente, mediante el uso de herramientas de analítica web se valida si la versión alternativa es más efectiva que la anterior.