Como base para el diseño de los servicios digitales en la Junta de Andalucía partiremos de la metodología conocida como Design Thinking (pensamiento de diseño). Esta metodología se desarrolló de forma teórica en la Universidad de Stanford en la década de los 70, y ha sido ampliamente utilizada desde entonces en distintos ámbitos para fomentar la innovación en el desarrollo de productos y servicios.
La metodología se basa en adoptar la forma de pensar y el proceso de trabajo de los diseñadores a la hora de afrontar un reto. Independientemente del sector, el equipo de personas responsable de generar soluciones debe estar formado por un equipo multidisciplinar. Un mismo problema abordado desde la perspectiva de diferentes perfiles y experiencias profesionales puede ser resuelto de distintas maneras, aumentando de esta forma el campo de oportunidades y la generación de soluciones.
Etapas
El proceso general de Design Thinking contempla cinco etapas: empatizar, definir, idear, prototipar y testear. En la práctica, no se trata de un proceso lineal, sino que se ejecuta de forma iterativa pasando de unas fases a otras de forma flexible en función de las necesidades.
En concreto, las etapas son:
- Empatizar: Contempla todas las tareas dirigidas a comprender las necesidades de los usuarios implicados en el servicio, sus características y su entorno. Conocer bien a las personas a las que se dirige el servicio es imprescindible para generar soluciones consecuentes con sus realidades.
- Definir: en esta etapa se criba toda la información recopilada durante la primera fase para identificar lo que aporta valor y debe tenerse en cuenta en el desarrollo del servicio.
- Idear: A partir de la información disponible de las etapas anteriores, todos los perfiles implicados aportan ideas que contribuyan a la definición del servicio. Las metodologías contempladas en esta etapa favorecen el pensamiento expansivo, para lo que es importante considerar todas las ideas aportadas y evitar los juicios de valor sobre ellas. El objetivo es disponer del mayor número de ideas posibles de las que partir para definir la solución.
- Prototipar: En esta etapa, las ideas se materializan en prototipos, con diferente grado de fidelidad. Materializar las ideas en productos palpables ayuda a visualizar las posibles soluciones, poniendo de manifiesto elementos que debemos mejorar o refinar antes de llegar al resultado final.
- Testear: El objetivo de esta etapa es probar la solución con las personas que van a utilizar el servicio, de manera que podamos identificar oportunidades de mejora, fallos a resolver o posibles carencias. Para empezar a testear no es necesario tener un producto completamente desarrollado, pueden utilizarse los prototipos generados en la fase anterior.
Estas etapas deben incorporarse en cualquier proyecto de desarrollo de servicios digitales, independientemente de la metodología principal aplicada (waterfall, agile…). Es importante incorporar al plan de proyecto las técnicas de investigación de usuarios contempladas en este documento en aquellas fases donde aporten más valor, de manera que por ejemplo no se cierren los requisitos del proyecto de desarrollo antes de que se haya realizado la fase de ideación.
Visión general
El siguiente gráfico recoge una visión general de la metodología, incluyendo las técnicas recomendables y opcionales para cada una de las etapas: